sábado, 26 de junio de 2010

-LOS LEONES DE LA CIBELES-

Uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad de Madrid, es la fuente de la diosa Cibeles. Esta fuente es testigo mudo de la historia de Madrid y de España.

La diosa ha visto pasar la Guerra Civil cubierta de sacos terreros, la dictadura, la democracia y las victorias del Real Madrid.
En los últimos años fue pintada con pintura fosforescente, le arrancaron una mano, además de otros actos vandálicos de los que afortunadamente sobrevivió sin graves daños.
Todos sabemos que se trata de la diosa de la Madre Tierra, que va subida en un carro tirado por dos leones pero ¿sabemos quién son esos leones? ¿por qué tiran del carro de Cibeles? Para aclarar un poco las dudas contaremos un poco la historia de Hipómenes y Atalanta, que son los nombres de los leones.
Atalanta era una hermosa joven que de pequeña fue abandonada en un bosque y fue alimentada por una osa, con el paso del tiempo se convirtió en una experta cazadora y gran corredora. Un buen día, Atalanta, fue a consultar el Oráculo, éste le dijo que no debería casarse, ya que caería sobre ella la desgracia. Atalanta dijo que si algún hombre se quería casar con ella, debería pasar una prueba. La prueba no era otra que echar una carrera, si alguien conseguía ganarla, sería su esposo, en caso contrario, morirían. Muchos fueron los candidatos y muchos murieron.
Un buen día un joven llamado Hipómenes, se presentó a la carrera y ganó, gracias a un pequeño truco. Hipómenes había pedido ayuda a Venus, la diosa del amor, para poder ganar la carrera, Venus le entregó tres manzanas de oro que procedían del jardín de las Hespérides.
Venus le dijo a Hipómenes, que para poder ganar la carrera, debía arrojar las manzanas durante la carrera. Hipómenes, tomó buena nota y durante la carrera fue soltando una a una las manzanas y Atalanta, sin pensar en las consecuencias se puso a recoger las manzanas durante la carrera, perdiendo tiempo y logrando que el apuesto Hipómenes ganara la carrera.
Así fue como Hipómenes pudo ganarse el amor de Atalanta
Al poco tiempo, los enamorados Hipómenes y Atalanta, consumaron su amor en una gruta, la pareja, cegada de amor, no se dieron cuenta de que la gruta era un templo dedicado a la diosa Cibeles, cosa que no gusto mucho a la diosa, que se enfureció y llena ira por la profanación del templo sagrado, castigó a la joven pareja, convirtiéndoles en leones y los condenó a tirar del carro de la diosa eternamente.

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