No hay amapola en Castilla
mejor que su herida abierta
¡Cómo lloraban los árboles
y el agua de las acequias
el panal sobre la roca
y el redil de las ovejas!
¡Que a Onésimo le han matado!
grita el pastor y contestan
¡Presente! todos los campos
desde Segovia a Palencia.
AGUSTIN DE FOXA
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