jueves, 15 de julio de 2010

LOS 4 JINETES DE LA APOCALIPSIS-

Los cuatro jinetes del Apocalipsis hace mención a los cuatro caballeros que se describen en la primera parte del capitulo 6º del Apocalipsis. Surgen a consecuencia de la apertura de los cuatro primeros sellos. Según la exégesis representan y son figura de: la victoria, la guerra, el hambre y la muerte. Aunque solo a este último se le designa por este nombre.[1] Apocalipsis 6:1-8

Aunque los jinetes aparecen brevemente en el libro, su importancia radica en la cantidad de representaciones artísticas y generalmente en la influencia que tuvieron sobre la cultura occidental.




 Caballo Blanco
Cabalgado por el jinete de la victoria.
Ven. Miré y vi un caballo blanco, y el que montaba sobre él tenía un arco, y le fue dada una corona, y salió vencedor, y para vencer aún
San Ireneo y San Juan Crisóstomo sostienen que el arquero montado sobre el caballo blanco es la triunfante propagación del Evangelio; una expansión que triunfa gracias al apoyo político. El padre Castellani lo deja claro al interpretar que en la Monarquía Cristiana, la Christianitas, el orden romano convertido a la ortodoxia cristiana.
Portar un arco, un arma para alcanzar grandes distancias, es representación de lo que hicieron los reinos cristianos, apoyando y llevando la evangelización a pueblos lejanos. Como ejemplo de lo predicho aconteció el bautismo de los pueblos germanos y eslavos o la evangelización de América. Salió "a vencer", esas victorias, son las victorias de Constantino, de Teodosio, de Carlos Martel. Aquellos que afianzaron y contruyeron sobre el antiguo orden romano, la Romanitas, el orden cristiano que perduró desde Constantino hasta el emperador Carlos V.[3] El milenio que después es narrado en la parte final del Apocalipsis.[4]


 Caballo Rojo
Cabalgado por el jinete de la guerra.
Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente que decía: "Ven". Entonces salió otro caballo, rojo; al que lo montaba se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; se le dio una espada grande.




Caballo Negro
Cabalgado por el jinete del hambre.
Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: "Ven".
Miré, y vi un caballo negro. El que lo montaba tenía una balanza en la mano.
Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: «Dos libras de trigo por un denario y seis libras de cebada por un denario, pero no dañes el aceite ni el vino»



Caballo Amarillo
Cabalgado por el jinete de la muerte.
Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente que decía: "Ven".
Miré, y vi un caballo amarillo. El que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades lo seguía: y les fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad y con las fieras de la tierra.

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