viernes, 9 de julio de 2010

-EN EL FONDO ES BUENA GENTE..EN EL FONDO DEL MAR-

Laporta: "Tuve sentimientos encontrados cuando España ganó la Eurocopa. Gusto no me dio"

Así como Florentino Pérez reinventó el concepto de empresa deportiva hasta alzarlo al más alto nivel (materializado en cuatro rascacielos), Joan Laporta ha logrado el cóctel perfecto entre Política y Deporte. El presidente en funciones del Fútbol Club Barcelona, que se despacha a gusto en el próximo número de Vanity Fair, aprovecha la ocasión para fundir aún más estos ingredientes. Laporta se refiere a Cataluña como “su país” y esboza su futuro en la política regional, aprovechando el tirón que le otorgaría el gran momento por el que atraviesa el club.


La mitad de Laporta piensa en escaños: “Si me meto en política será con un partido para todos los que crean que Cataluña ha de tener un Estado”; el otro medio, rememora su asiento en el palco: "Tuve sentimientos encontrados cuando España ganó la Eurocopa. Me dio gusto por Xavi y por Villar". En la entrevista, los periodistas acompañan a Laporta desde su oficina a su ático de lujo pasando por el césped del Camp Nou, lo que permite comprender mejor que nunca, desde la trastienda, cómo ha conseguido crear una marca con identidad propia a partir de una retórica nacionalista sostenida en el éxito deportivo de un club que ha arrasado bajo su mandato; todo ello dotado de un calado social muy profundo.

“Su próxima meta será convertirse en político enarbolando la bandera del independentismo”, anticipa el periodista de Vanity Fair. Laporta, al natural, no esconde en ningún momento sus propósitos: “Tengo una organización cada vez más preparada. Un equipo reducido de personas que marcan los pasos que he de seguir en caso de que en junio o julio decida que me meto en política. […] Si me presento será con la voluntad de ganar o de crear una fuerza en el Congreso que permita una Cataluña independiente”, reconoce en diferentes puntos de la entrevista.

Fútbol y Política jamás habían bailado tan pegados como en el mandato de Joan Laporta y, con ello, el futurible político ha conseguido relacionar directamente, de cara a la opinión pública, los éxitos de decenas de deportistas a una ideología nacionalista. Todo bajo el paraguas de la misma marca. Laporta lo sabe y así lo reconoce: “El Barça que he presidido ha sido desacomplejadamente catalanista. Y el Barça más catalanista de la historia es también el Barça más universal y exitoso”. Con todo, durante su mandato los socios casi se han duplicado de los 106.000 a los 173.000 abonados. Números que dan a entender que el éxito no sólo ha sido deportivo, sino también política

El éxito llama al éxito


Varios sondeos desgranados en la entrevista muestran la acogida que Laporta tendría en las urnas de primera división, las de los colegios electorales, si se presentara. Así, un 70% de los socios del Barcelona aprueban positivamente su gestión, aunque el 64% de los catalanes manifiestan que nunca le votarían en el ámbito extra deportivo, según datos de El Periódico de Cataluña. Sin embargo, el éxito llama al éxito y su apuesta de nicho está más que definida. Laporta se presenta en escena con un enfoque de campaña muy distinto al del resto de políticos de la cuerda independentista.

Del mismo modo que en la entrevista reconoce no sentir afinidad por la selección española ni haber sentido ningún "gusto” cuando ésta ganó la Eurocopa en 2008, reconoce alegrase por los jugadores catalanes, como Xavi, dejando entrever que mientras la selección española incluya en sus filas jugadores catalanes, éstos no podrán jugar en su verdadera selección: la catalana; un microcosmos no muy lejano de los discursos pronunciados por los políticos independentistas en el Congreso de la Generalitat. "España impide que mi país compita. Tuve sentimientos encontrados cuando ganó la Eurocopa. Gusto no me dió". Sin tapujos. Laporta ha encontrado la metáfora perfecta a través del fútbol, un idioma mucho más comprensible para el pueblo y, eso, es política en mayúsculas. En su momento le votaron los socios del Fútbol Club Barcelona. Ahora, Laporta se muestra convencido de que esos mismos motivos serán los que le harán sumar votos en Cataluña.

Antes de terminar la entrevista, el ex presidente cierra el fichaje del futbolista del momento: David Villa, por 40 millones de Euros. “Pretende dejar la plantilla atada para la próxima temporada antes de dar su siguiente paso: la Generalitat –explica el periodista-. Le pregunto qué medidas tomaría para sacar a Cataluña de la crisis económica. Se sorprende y calla unos segundos desconcertado. “Es un círculo vicioso. Como en Cataluña no tenemos poder político, no podemos decidir”. Casi sin descanso, es ahora cuando comienza la segunda parte del partido de su vida.

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