sábado, 23 de enero de 2010

-LA DEVOTIO IBERICA-




En España, una forma peculiar de clientela militar se denominó devotio. La devotio ibérica consistía en un pacto de clientela militar acompañado de un juramento ante una divinidad, en virtud del cual el devoto ofrecía su vida a la divinidad en caso de que, en plena batalla, peligrara la del Jefe.

Se entiende por devotio ibérica la consagración de la propia vida a un jefe, en virtud de fórmulas mágico-religiosas, que tenía lugar entre los pueblos de la España Antigua. En el concepto de la devotio entran dos elementos: uno de carácter religioso, según el cual, ciertas divinidades, probablemente infernales, se contentarían con la muerte del devotus a cambio de la del jefe; y un segundo elemento, de carácter meramente social, que la relaciona íntimamente con la clientela militar. La devotio iberica es una forma de la clientela militar hispana y tenía por objeto exclusivo la guerra. El suicidio de los devoti, cuando muere el jefe, se explica porque la muerte es la única forma de expiar el delito de no haber protegido suficientemente al patrono. La devotio Ibérica tiene similitudes con la devotio romana y el comitatus germano. Si bien ambas instituciones poseían carácter bilateral, sus miembros formaban una verdadera escolta y el número de componentes era reducido, la diferencia entre ellas reside en que el comitatus carece de vínculo religioso.

En la península Ibérica la devotio se encontraba muy extendida, como se desprende del gran número de devoti, que acompañaban a Sertorio. Otros caudillos tenían muchos devoti, como Mario, Pompeyo, César, Craso, Afranio y Petreyo. Las escoltas militares, a las que fueron tan inclinados los romanos, seguramente estaban compuestas por devoti. Éstos se encontraban en una situación de privilegio con respecto a los simples clientes. El siglo I a. C. fue, sin duda, el periodo de máximo auge de la devotio. Se ha pensado que la devotio ibérica influyera en el origen del culto al emperador. El ritual de la devotio ibérica era el mismo que el de la clientela: presentación del cliente al patrono, reconociéndole por jefe, y aceptación por éste de su persona. Posiblemente existía una ceremonia especial, con un sacrificio, de la que quedarían huellas en el juramento de Ampudio. Tal vez hubiera un sacrificio humano y el de su caballo, ya que con ambos se refrendaban los pactos. La devotio ibérica es una institución típica de Celtiberia. Su aparición en Aquitania se explica por influjo hispano. Decae a comienzos del Imperio.

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