Kiko tendrá un papel protagonista en la cuarta parte de Torrente. Será uno de los hombres de confianza del detective. Nada de cameos, un debut con todas las de la ley, con largos diálogos y poses distendidas.
Que tiemblen las actrices meritorias, las becarias del séptimo arte, las chicas de plató, e incluso las del equipo técnico de la película. Kiko llega pegando fuerte y, aunque lo del “cameo” se le suele dar bastante bien -o eso dicen sus ex novias -, junto a Segura le oiremos hablar más de la cuenta. Y a la vista del lenguaje que se utiliza en las entregas “torrentinas”, el joven Pantoja se va a encontrar como pez en el agua.
Ya nos imaginamos al polifacético Kiko disertando sobre las “pajillas”, las putillas y las encamadas. Y que tenga cuidado el pobre Torrente ante semejante “rival”, porque es capaz de quitarle los pocos ligues que le salen en la película.
De sueldo no se sabe nada, aunque algunos rumores apuntan a que podría alcanzar una cifra cercana a los doscientos mil euros, algo que, a priori, parece bastante exagerado al no tratarse el hijo de la Pantoja de una figura de talla, por lo menos, nacional.
Tan entusiasmado se siente el seductor Rivera con su nueva singladura profesional que ya están buscando en la familia Pantoja una escuela de Interpretación para que el niño grande de la casa aprenda modos y maneras de comportarse ante las cámaras. Y, él, que no se corta un pelo, clama al viento: “Si todo va bien, a lo mejor termino en Hollywood”. Otro que quiere hacer las “Américas”. Y éste es capaz de cruzarse el “charco” a nado para conseguir ser una estrella. Con que siente la cabeza, su famosa mamá se daría por satisfecha
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