viernes, 25 de junio de 2010

-LA BATALLA DE TUCAPEL-

La Batalla de Tucapel (también conocido como el Desastre de Tucapel) fue una batalla decisiva efectuada dentro del contexto de la Guerra de Arauco entre los mapuches liderados por Lautaro y las huestes de Pedro de Valdivia en la loma de Tucapel, Chile el 25 de diciembre de 1553. Resultó en una derrota para los españoles y la captura y muerte de Valdivia.



Génesis de la batalla
Lautaro, antiguo paje de Pedro de Valdivia se había fugado del campamento español y se había erigido como líder militar de las huestes mapuches. Estaba en conocimiento que Valdivia marchaba hacia el sur. Es la oportunidad que buscaba, engaña a Gómez de Almagro en el fuerte Purén y asegura que sus tropas no se junten con la de Valdivia en el fuerte de Tucapel hacia donde este conquistador se dirige en una marcha a paso forzado de exploración. Lautaro por medio de sus espías se había enterado que Valdivia marcha hacia el sur, hacia Tucapel y necesariamente tiene que pasar por el fuerte y decide allí emboscarleEn efecto, Valdivia a mediados de diciembre de 1553 sale de Concepción y se dirige a Quilacoya, donde toma algunos soldados en su marcha a Arauco; los espías mapuches siguen la columna desde las alturas de los cerros y no presentan batalla, dejándole hacer su camino. Valdivia, muestra extrañeza por no recibir alguna noticia del fuerte de Tucapel y además por no ser hostigado en el camino. El día 24 del mismo mes, decide tomar rumbo a Tucapel, esperando encontrar a Gómez de Almagro en éste. La tranquilidad y los espóradicos avistamientos de indígenas a lo lejos, despiertan sospechas y envía a una avanzadilla al mando de Luis de Bobadilla con 5 hombres para que exploren el camino y den información de la presencia del enemigo.


Parte de Guerra de Arauco
Fecha 25 de diciembre de 1553
Lugar Tucapel, afueras de Cañete (Chile)
Comandantes:Pedro de Valdivia † Lautaro
Fuerzas en combate 37 a 60 españoles 2000 indios auxiliares 6.000 a 10.000 guerreros, cifras más alcistas son 50.000 Bajas


Lautaro, vencedor de Tucapel
Extrañado Valdivia de no tener más noticias de Bobadilla pernocta a media jornada del fuerte de Tucapel. El día de navidad de 1553, se pone temprano en marcha y al llegar a las inmediaciones le extraña el absoluto silencio reinante; al llegar a la loma donde está el fuerte, lo encuentra totalmente destruido.
No aparecía ni Gómez de Almagro ni Bobadilla por ningún lado. Decide hacer campamento en las ruinas humeantes del fuerte y cuando ya avanzaban los preparativos, de súbito el bosque se llenó de gritos y sin más aviso, una masa se precipitó hacia el enclave español. Valdivia, experto militar, apenas pudo armó sus líneas defensivas, dividiendo sus fuerzas en 3 cuadrillas de 20 soldados cada una, y aguantó el primer choque, mientras la caballería cargaba sobre la retaguardia del enemigo, los mapuches ya previstos de esta maniobra dispusieron lanceros y contuvieron la carga.
Con mucho valor y resolución los españoles lograron descomponer las primeras cargas mapuches. Los indígenas, volviéndose a los bosques, se retiraron de la loma por una ladera escarpada que impedía la persecución a caballo.Los españoles saborearon la victoria. Luego recibieron otra sorpresa, cuando apareció un nuevo escuadrón indígena presentando batalla y de nuevo hubo que armar líneas y nuevamente dar carga con la caballería.
Los mapuches además de lanceros, llevaban hombres cargando mazas, boleadoras y lazos, con los que lograban desmontar al infortunado español y asestarle un definitivo mazazo en la cabeza una vez en el suelo. Se repitió la misma escena, al toque de un lejano cuerno el escuadrón se retiró, no sin dejar algunas bajas, y un tercer escuadrón presentó batalla, esta vez Lautaro, le relevó.

 PEDRO DE VALDIVIA
Valdivia siendo un militar experimentado vio desesperada la situación, dado el cansancio y las bajas, reunió a los disponibles y se lanzó a la lucha que adquirió ribetes muy encarnizados; ya la mitad de los españoles yacían en el campo y los indios auxiliares mermaban.En un momento de la lucha, Valdivia se dirige a quienes aun le rodean y les dice: "¿Caballeros que haremos?". El capitán Altamirano responde: "¡Que quiere vuestra señoría que hagamos si no que peleemos y muramos!".
Valdivia al ver perdida la batalla, dispusó la retirada, pero el propio Lautaro cayó por el flanco produciendo el desbande. Era justo lo que Valdivia no deseaba y los indios se dejaron caer sobre cada uno de los españoles retrasados. Sólo Valdivia y el clérigo Pozo que montaban muy buenos caballos, lograron zafarse de ser capturados. Sin embargo, al cruzar unas ciénagas, los caballos se empantanaron y los indios los capturaron.

 La muerte de Valdivia
Según Jerónimo de Vivar, el toqui Caupolicán pidió personalmente la ejecución de Valdivia, que fue matado con una lanza y su cabeza con los de los dos pusieron a otros españoles más valientes en la exhibición. Alonso de Góngora Marmolejo escribe Valdivia ofrecido como rescate para su vida que él evacuaría los establecimientos españoles en sus tierras y les daría las manadas grandes de animales, pero esto fue rechazada y el Mapuche cortó sus antebrazos, asados y los comió delante de él antes de la matanza él y el sacerdote. Pedro Mariño de Lobera también escribió que Valdivia ofreció evacuar las tierras del Mapuche pero dice que él era poco después de que fue matado por un guerrero vengativo nombró Pilmaiquen con un club grande, decir Valdivia no se podría confiar en para mantener su palabra liberada una vez. Lobera también dice que una historia común en Chile era en ese entonces que ese Valdivia fue matado dándole el oro que los españoles desearon tan; sin embargo, era oro fundido vertió abajo de su garganta.
Una leyenda posterior dice Lautaro llevó al campo mapuche a Valdivia y le dio muerte después de tres días de atroces torturas, extrayéndole a carne viva el corazón y comiéndoselo junto a los toquis. Su cráneo fue extraído y sirvió como trofeo (vasija contenedora de chicha) entre los principales toquis; sería devuelto medio siglo más tarde junto al de Martín Óñez de Loyola a los españoles como prueba de pacificación por el cacique Pelantarú.

Consecuencias
Luego arrasó sistemáticamente las ciudades españolas (Concepción, Angol). Provocó el abandono de los fuertes y el despoblamiento de la zona de Concepción. Por dos veces saqueó e incendió Concepción, centro de los asentamientos españoles en el sur de Chile.






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